El archipiélago de las Galápagos esconde un secreto:
el secreto de la vida. Trece islas grandes, seis de mediano tamaño, y
más de doscientos islotes y rocas, y en el mar que las rodea, es cuanto
necesitas para albergar una de las reservas biológicas más
impresionantes del planeta.
Y más imprescindibles. Ya que mucho de lo que encontrarás en las Galápagos, no lo hallarás en ninguna otra parte del mundo.
Especies animales de las Galápagos
Este archipiélago tiene una particularidad: que jamás
estuvo conectado con el continente. Toda la vida que hay en él llegó
viajando desde allí: por el aire, o en islas flotantes de vegetación… Y
una vez que llegaron allí, muchas especies ya no volvieron a salir, y
evolucionaron a formas distintas de sus parientes continentales.
Esa evidencia fue la que iluminó a Darwin en su
teoría de la evolución por selección natural. Adaptación al entorno. Y
esa evidencia es impresionante.
Flora endémica
Pero el ciclo de la vida, antes de llegar a los
animales, ha de empezar por las plantas. Y la riqueza de las Galápagos
en este sentido está a la altura de la fauna que comparte ecosistema.
Existen de hecho siete zonas de vegetación diferenciada:
En conjunto, 560 especies vegetales (un tercio de las
cuales son endémicas), otras tantas de líquenes y musgos, y dos
centenares de especies introducidas con posterioridad: un teatro
perfecto para que se desarrolle la vida de la manera más increíble que
puedas imaginar.
Pero no tienes por qué imaginarlo.
Solo has de venir a verlo.
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